literatura

Els darrers presos polítics republicans a Mallorca (1976): Josep Capó, Miquel López Crespí, Jaume Obrador, Ramon Molina, Isidre Forteza, Xavier Serra, M. Dolors Montero, Manuel Carrillo, Pere Ortega, Antoni López López i M. Del Carme Giménez Ruíz.

El diari Última Hora d’ahir (6-III-2011) va publicar un extens reportatge de quatre pàgines sobre els darrers presos polítics mallorquins de Franco (Isidre Forteza, Miquel López Crespí, Ramon Molina). El reportatge, amb nombroses fotografies d’aquella època de lluita per la llibertat, la República i el Socialisme, és de Gonzalo Nadal. Cal recordar que Gonzalo Nadal i David Mataró han estat els encarregats d’enregistrar per a IB3TV el documental que explicarà els darrers anys de la dictadura feixista a Mallorca. El documental encara és en fase de preparació. Segurament es podrà veure en un mes o dos. L’article publicat ahir a Última Hora (“Los últimos presos de Franco”) pot permetre al lector una aproximació al significat de la lluita que portàvem endavant els antifeixistes de les Illes. (Miquel López Crespí)



Desembre de 1976. L'escriptor Miquel López Crespí s'acomiada de la seva mare i dels companys del partit moments abans d'entrar a la presó de Ciutat per haver estat a l'avanguarda de la llibertat del nostre poble.

“Yo fui preso político”


Los últimos condenados y encarcelados por ideas políticas en Baleares visitan la vieja prisión de Palma y recuerdan aquellos años de militancia clandestina, lucha antifranquista y represión continua hasta finales de 1976


Texto: Gonzalo Nadal


“Lo teníamos claro; había que luchar por la libertad y la democracia costase lo que costase”. Miquel lo dice frente a las puertas de la vieja prisión de Palma. “los amigos y todos los compañeros del partido nos acompañaron hasta la misma puerta; entramos en la cárcel con el puño en alto y cantando La Internacional”. Treinta y cuatro años después recuerda perfectamente aquel día. El traslado de los presos al nuevo centro penitenciario de Palma dejó tal fue la cárcel de la carretera de Sóller, testigo muda de desesperaciones anónimas y fracasos del sistema. Aún hoy permanecen en sus celdas objetos personales de los últimos internos, restos de comida mohosa sobre los catres, mantas húmedas, revistas, calcetines, notas y leyendas en barrotes y paredes. Nadie se preocupó de dar un uso a la vieja cárcel, ni siquiera se molestaron en limpiarla como si se hubiera desalojado con prisas, de repente, y para siempre. De los cajones de la enfermería asoman gasas, jeringuillas y pastillas. “Está tal cual… exactamente igual”; estremece la mirada perdida al decirlo del que es hoy uno de los escritores vivos más prolíficos y premiados en lengua catalana.

Últimos meses del franquismo. El dictador español había muerto un año antes pero durante las navidades de 1976 aún permanecían presos políticos en la cárceles de Baleares por delitos diversos como vender publicaciones comunistas, presentar partidos políticos u organizar mítines clandestinos, actos todos ellos juzgados sumariamente por el Tribunal de Orden Público, últimos coletazos de la institución judicial franquista que perseguía, entre otros delitos, la libre expresión de pensamientos contrarios o críticos con los ideales del Movimiento. La transición a la democracia se estaba pactando en Madrid; Adolfo Suárez había sustituido a Arias Navarro al frente del gobierno y mantenía habituales contactos con los líderes políticos de la Izquierda, algunos de ellos exiliados o clandestinos; Felipe González, Alfonso Guerra, Santiago Carrillo, Marcelino Camacho… en esos encuentros se gestaban los acuerdos con los ex ministros de Franco que permitieron la aprobación parlamentaria de la Ley de la Reforma Política refrendada por el pueblo español el 15 de diciembre. El camino hacia la democracia, aunque lento, era inevitable. Los socialistas, sindicalistas y comunistas de Carrillo, ilegales pero ya no clandestinos, comenzaban a mostrarse públicamente en mítines disfrazados de manifestaciones o actos culturales. Pero la izquierda obrera y republicana, aquella que no aceptaba una transición pactada con los franquistas bajo el auspicio de un rey que juró los principios del Movimiento, continuó proscrita y perseguida. Cuando nueve de cada diez españoles votaron a favor de aquellas normas pactadas el diario Ultima Hora tituló en portada ‘Aires de Libertad’ el sentimiento colectivo caminaba hacia una dirección; Pero en las celdas de la cárcel de Palma permanecían, aún, once presos políticos, la mayoría encerrados por pertenecer a partidos de la izquierda obrera, pero también sindicalistas y trabajadores de la hostelería detenidos en la manifestación del 12 de noviembre reprimida salvajemente por la policía franquista en la Plaza de España: “los grises nos dieron por todas partes” recuerda Isidre, que hoy continua militando como dirigente político.

Miquel revive aquellos primeros momentos como otro recluso cualquiera: “Lo primero que me hicieron nada más entrar fue desposeerme de todo objeto personal, desnudarme y mirarme en todos los agujeros de mi cuerpo para luego meterte durante cuarenta y ocho horas en una celda de castigo”, que así era como conocían los internos a las oficiales ‘celdas de observación’. “Para que te fueras acondicionando a tu nueva vida te metían ahí sin preguntar” explica Ramón, dirigente de un partido trotskista por aquella época y hoy profesor de historia económica en la universidad; “en aquel diminuto e inmundo espacio sólo había una letrina y un colchón de alambre. Si uno no acataba las normas podías pasar días enteros ahí dentro, solo, y con el único contacto con el cabo, un preso de confianza, la del funcionario, que te hablaba por la pequeña mirilla de la puerta y te traía la comida”.

Tres de los once presos políticos han querido volver a aquella prisión. La filmación de un documental sobre la presión social y mediática que consiguió liberarles lo ha hecho posible. Isidre, que salió en libertad la tarde del 23 de diciembre de 1976 se convirtió, con la supresión del TOP pocas semanas después, en el último preso político de las islas: “no me arrepiento de nada; no sé si realmente mi lucha clandestina por la libertad y la democracia sirvió de algo o fue algo romántico, pero haría lo mismo hoy si existiera un peligro de involución”. A Isidre, apodado el valenciano, le detuvieron en la calle Savella del casco antiguo de Palma: “dos grises me pararon al doblar la esquina de la Iglesia de Santa Eulalia; tenían informes que me vinculaban con un partido ilegal; de hecho, todos los partidos políticos lo eran; y era cierto, yo era el secretario del Movimiento Comunista de Ses Illes. No opuse ninguna resistencia”. Durante la misma semana habían detenido a Miquel por presentar en su casa de Blanquerna el partido Organización de Izquierda Comunista bajo las siglas OICE (foto 10). No fue la primera vez, ni la última; aquel mismo año visitó los calabazos por distribuir en Inca la publicación Democracia Proletaria durante el Dijous Bó (foto 11). Ya estaba fichado desde que, aún adolescente, le detuvieron por escribir la palabra libertad en un muro de la calle General Riera: “La represión aumentó aquel año, cuando fuimos más perseguidos que nunca, y eso que se supone que la democracia estaba en camino; socialistas y carrillistas nos dieron la espalda. Nosotros no entrábamos en el juego de los pactos; perseguíamos la recuperación, sin matices, de la república derrocada ilegalmente en 1936. Las detenciones indiscriminadas y las torturas continuaban vigentes”.

Ramón, máximo responsable del Partido Obrero Revolucionario Español en Baleares, el conocido como PORE, aceptó sin pestañear la sentencia del TOP que le ordenaba ingresar en prisión sin fianza por hacer pública su actividad: “entrar en la cárcel no fue traumático en mi caso porque no era la primera vez; mi padre me enseñó que lo más importante en la vida es luchar por la dignidad de las personas pobres” pero con el paso de los días “la monotonía, el silencio y la total sumisión a las normas penitenciarias hace que te replantees las cosas. La privación de la libertad más esencial es lo peor que se le puede hacer al ser humano”. Como ver el sol cuando uno quiere, reservado entonces a los escasos momentos de paseo por el patio. “Ocupar tiempo era lo más importante en el día a día en tu celda. Los minutos parecían horas, y los días, semanas” recuerda Miquel mientras pasea por los pasadizos, “igual de fríos” que entonces, buscando la celda desde donde escribió un libro de poemas que se publicó de manera clandestina y sirvió para recaudar fondos en la campaña de amnistía que a nivel estatal la izquierda republicana había iniciado bajo el nombre de Per Nadal, Tots a casa. “Miquel escribía en su celda, se pasaba el día escribiendo…” recuerda Isidre. A pesar de las diferencias ideológicas “aquí dentro compartimos momentos duros y el apoyo mutuo fue fundamental; todos estábamos ahí por lo mismo y para lo mismo y, aunque todos seguíamos dando consignas a los compañeros de fuera, dentro sólo éramos personas que compartían la lucha por unos valores”.

Ramón camina sin prisas por la galería superior sabiendo que reconocerá su celda nada más verla. Una pared de azulejos matados por el polvo le da la pista definitiva para saber que está cerca; recuerda frente a las duchas que “aquel año fue un diciembre muy frío y no había agua caliente ni calefacción; eso sí, si sobornabas al responsable de la enfermería te dejaba duchar con agua caliente una vez por semana” narra con distancia y sin juicio. Miquel, sí: “Convivíamos con asesinos. Pasé miedo. De cualquier cosa hacían un arma blanca. Lo peor eran las noches; largas, tú solo y tus pensamientos”. A Miquel le estremece que continúen ahí los mismos sonidos, y los mismos silencios. Ramón reconoce que “teníamos muy poca relación con los presos comunes. Ellos nos veían diferentes, y más por el hecho de estar ahí de manera, para ellos, voluntaria. Recuerdo que hice amistad con matacuatro, un recluso de larga duración que decían había matado a cuatro personas. Convenía tener amigos así aquí dentro. Por alguna extraña razón él nos respetaba y su presencia nos tranquilizaba frente los demás presos”. Como líderes de partidos democráticos no podían aceptar, para ser libres, pagar una multa o una fianza por un delito que ellos no aceptaban como tal; la expresión y divulgación, de manera pacífica y democrática, de unas ideas políticas. “La libertad no se compra” sentencia Isidre, que sonríe amargamente tras reconocer en un vidrio roto lo que queda de lo que fueron los fríos locutorios donde se permitían los bis a bis : “la vida era ordenada, el mismo orden que te imponen de niño; comienzas el día de la misma manera y a la misma hora. Despertarse, asearse, comer, esperar y dormir. Un día es igual al otro y sólo las visitas rompían la rutina”. Con el paso de los días desvela Isidre que “decidimos comenzar a reivindicar cosas al director de la prisión; libros, un espacio para habilitar una biblioteca, los presos políticos en una misma galería, la luz encendida de la celda hasta altas horas… seguíamos siendo los máximos dirigentes de nuestros respectivos partidos y había que continuar trabajando. También aprovechamos para explicar nuestras reivindicaciones políticas a los demás reclusos y mejorar sus condiciones”. Ramón reconoce que el estatus de presos políticos les permitió una comunicación más fluida con los funcionarios “porque eran unos momentos donde se intuía el inicio de una transición democrática y el funcionario no quería problemas con el que pensaba que, quizás en el futuro, le gobernaría”. Así sucedió meses después tras las primeras elecciones, pero ellos aún no lo sabían.

Miquel sale al patio y se sienta reflexivo en un banco de piedra, el mismo desde donde tantas veces observó, bajo un pedazo de cielo, el inmenso muro que les separaba de una sociedad por la que luchaban: “aquí dentro te llegas a replantear todo, si la lucha vale la pena, si tus familiares y amigos merecen sufrir por tus ideales”. Finalizan el recorrido en el patio desde donde, cada domingo, escuchaban los gritos de ánimo de cientos de compañeros de partido y amigos que, concentrados ante las puertas de la cárcel, esperaban su liberación organizando campañas de solidaridad y presionando mediáticamente. Cae el sol y Miquel, Ramón e Isidre se disponen a recoger su identidad en la garita. Esta vez sí saben que, ahí, no volverán a entrar jamás. Los recuerdos y las emociones se han agolpado por unas horas, y una sola convicción final: “Sí, valió la pena”.

Última Hora (6-III-2011)


Pel desembre de 1976 a la presó de Ciutat hi havia nombrosos presos polítics. Del PORE, una organització marxista de tendència trotsquista que dirigia Ramon Molina (l'actual director del Museu d'Art Contemporani de sa Pobla), hi eren el mateix Ramon Molina, na M. Dolors Montero i en Xavier Serrano. (Miquel López Crespí)


Un míting per l’amnistia (1976)



1976: En la fotografia podem veure una bona part de la direcció dels comunistes de les Illes (OEC) que no havien pactat amb el franquisme reciclat el repartiment de sous i poltrones. Entre els dirigents de l'OEC podem veure Miquel López Crespí, Jaume Obrador, Pere Tries, Carles Maldonado, Mateu Ramis, Francesc Mengod, Antònia Pons, Tomeu Febrer... Hi manquen Mateu Morro, Josep Capó, Antoni Mir i Margalida Chicano, entre molts d'altres membres de la direcció.

Pel desembre de 1976 a la presó de Ciutat hi havia nombrosos presos polítics. Del PORE, una organització marxista de tendència trotsquista que dirigia Ramon Molina (l'actual director del Museu d'Art Contemporani de sa Pobla), hi eren el mateix Ramon Molina, na M. Dolors Montero i en Xavier Serrano. Del MCI hi romania tancat n'Isidre Forteza. De l'OEC hi érem en Josep Capó, en Jaume Obrador i qui signa aquest article. Dels obrers detinguts en la manifestació del 12 de novembre de 1976 hi eren en Pere Ortega, n'Antoni López López i en Manuel Carrillo. A la presó de dones, al costat de M. Dolors Montero també hi havia Mª del Carmen Giménez. Per sort, cada diumenge gernació de companys d'OEC i d'altres organitzacions venien davant la porta d'aquell cau on romaníem tancats a cridar consignes per l'Amnistia. El PTE, PSAN, MCI i OEC organitzaren, al descampat on ara hi ha el parc del Polígon de Llevant (al final de Ricardo Ortega), un míting amb nombrosa participació ciutadana. Hi intervingueren, a favor de la nostra llibertat, en Miquel Tugores (PTE), en Jesús Vives (MCI), en Tomeu Fiol (PSAN) i n'Aina Gomila (per l'OEC). Però la fantasmal i inoperant Assemblea Democràtica no va voler moure un dit en defensa dels presos polítics quan una comissió de l'OEC hi va anar a parlar per a concretar una manifestació conjunta en favor de la llibertat. Afortunadament els companys del PSAN, del PTE i de MCI s'havien avingut a muntar aquell míting solidari. En va fer un bon reportatge (potser uns dels únics treballs en el qual es tractava amb certa simpatia l'esquerra revolucionària no pactista) el diari Última Hora del 15 de desembre de 1976. Deia el diari: "Tomó la palabra en primer lugar el dirigente del Partido del Trabajo, Miguel Tugores quien... dijo que 'con el referéndum el Gobierno pretende afianzar un modo de continuación del franquismo. Serán los mismos perros con diferentes collares'... Insistió [Miquel Tugores] en la necesidad de que los obreros presionen sobre la Asamblea de Mallorca -'organismo muerto a causa de la actitud de los partidos que se llaman obreros y no lo son'-".


Desembre de 1976. L'escriptor Miquel López Crespí s'acomiada de la seva mare i dels companys del partit moments abans d'entrar a la presó de Ciutat per haver estat a l'avanguarda de la llibertat del nostre poble.

En Miquel Tugores sempre -malgrat les nostres diferències polítiques- havia estat un bon amic i ara, participant en aquest acte de solidaritat amb nosaltres, ho demostrava una vegada més. Pollensí, l'havia conegut quan compareixia per la Cooperativa d'Arquitectes progressistes del carrer Estudi General (Neus Garcia Inyesta, Carles Garcia Delgado, Manolo Cabello, Guillem Oliver Suñer...).

El Moviment Comunista de les Illes (MCI) també hi participà activament. Com explicava Última Hora: "A continuación, tomó la palabra Jesús Vivas, del Movimiento Comunista de las islas, iniciando su parlamento 'con una abrazo revolucionario en esta primera aparición pública del MCI'. Vivas habló del significado de la abstención en el referéndum en el sentido de 'que no podemos legalizar un gobierno franquista'. Vivas terminó, entre los gritos de la multitud, reivindicando la libertad para todos los detenidos". Després del MCI hi intervengué en Bartomeu Fiol, del PSAN. La intervenció de la dirigent comunista (OEC) Aina Gomila anà en la línia de lluitar contra la maniobra continuista del règim demanant la dissolució dels cossos repressius de la dictadura i la tornada a casa de tots els detinguts. Posteriorment hi hagué un intent de manifestació pel carrer Ricardo Ortega que va ser dissolt brutalment per la Policia Armada.

Miquel López Crespí

Història alternativa de la transició (la restauració borbònica) (Web Ixent)


El nostre ingrés a la presó (de Jaume Obrador, Josep Capó i de qui signa aquest article) per haver lluitat per la llibertat i la democràcia, la manca de solidaritat demostrada pels famosos i inoperants organismes de l'oposició, va fer evident, pel desembre de 1976, l'intent gens amagat -sobretot per part del PCE i del PSOE- de desfer-se de l'ala esquerra de l'antifeixisme illenc i criminalitzar-nos. (Miquel López Crespí)


Memòria històrica

Celestí Alomar en temps de la transició. Quan l´Assemblea Democràtica de Mallorca no volgué fer res pels presos polítics republicans


El nostre ingrés a la presó (de Jaume Obrador, Josep Capó i de qui signa aquest article) per haver lluitat per la llibertat i la democràcia, la manca de solidaritat demostrada pels famosos i inoperants organismes de l'oposició, va fer evident, pel desembre de 1976, l'intent gens amagat -sobretot per part del PCE i del PSOE- de desfer-se de l'ala esquerra de l'antifeixisme illenc i criminalitzar-nos.



L'esquerra revolucionària era a l'avantguarda de la lluita per la República i el socialisme en el mateix moment què el carrillisme (PCE) pactava amb el franquisme reciclat el repartiment de sous i poltrones. Just en el moment en el qual els oportunistes cobraven els primers sous del nou règim sorgit de la reforma, els comunistes d´OEC eren perseguits i demonitzats. Josep Capó, Miquel López Crespí i Jaume Obrador anaven a la presó just en el moment que els venuts començaven a cobrar els primers sous de la monarquia.

Vist amb la perspectiva històrica que dóna haver passat ja tants d'anys dels fets que narram, és interessant constatar -en la documentació que hem consultat per escriure aquest article- les dèries que determinats sectors oportunistes han tengut sempre contra els esquerrans. Un personatge molt curiós d'aquesta època que analitzam era Celestí Alomar, militant marxista-leninista de l'Organització Comunista d'Espanya (Bandera Roja), després membre del PCE i un dels fundadors més coneguts (juntament amb Antoni Tarabini) del PSI. Més endavant va ser cap de campanya electoral d'Unió Autonomista (1977). El 1982 el trobam fent feina en el CDS i a partir d'aquests contactes va ocupant alts càrrecs de responsabilitat amb tota mena de governs. En temps de la clandestinitat només vaig coincidir una vegada amb ell i n'he parlat d'una forma amistosa en el meu llibre L'Antifranquisme a Mallorca (1950-1970) (vegeu pàgines 64-69). Aquest personatge, l'actual Conseller de Turisme del Govern Balear, i que l'any 1976 era bastant important en la presa de decisions de l'Assemblea Democràtica, escrigué un insolidari article a la revista Cort tot dient que els presos polítics de Ciutat (Xavier Serrano, Pere Ortega, Jaume Obrador Soler, Maria Dolors Montero, Ramon Molina, Antonio López, Maria del Carme Giménez, Isidre Forteza, Manuel Carrillo, Josep Capó i qui signa aquest article) ens arreglàssim amb els "nostres" problemes amb el franquisme (pagar multes, romandre a la presó per idees polítiques). El personatge en qüestió (i molts d'altres que no s'atrevien a posar per escrit les seves opinions) criminalitzava així els antifeixistes republicans mallorquins del Moviment Comunista de les Illes (MCI), de l'OEC i independents. Celestí Alomar deia concretament en el número 780 de Cort (3-10 desembre de 1976, pàg. 4): "Esta semana han ingresado en la prisión provincial los tres miembros de OICE para cumplir el arresto sustitutorio por el incumplimiento del pago de una multa que se les había impuesto a raíz de la presentación de su organización". Un poc més avall l'home intentava justificar la seva crida a no fer res en favor de l'amnistia dels detinguts amb unes estranyes explicacions. "Explicacions" que només amagaven l'evident voluntat de Celestí Alomar i de l'Assemblea de no fer res per nosaltres (i a part de no fer res de collocar-nos, aprofitant l'ocasió, el sambenet de violents). Deia Celestí Alomar en la seva secció "Política" de la revista Cort: "Es evidente que todo demócrata rechaza estas acciones [el fet que el franquisme ens hagués tancat a la presó] represivas contra señores que lo único que hacen es defender unas ideas... Pero lo que no es posible, por lo mismo que decíamos antes, es que todos actuemos y pensemos igual. Los de la OICE tenían previsto con su comportamiento arrancar un movimiento de protesta y una manifestación en la calle, que los mismos de la Asamblea Democrática no aceptaron. Y sencillamente no aceptaron, porque no es conveniente repetir el número del día 12...". Vet aquí la raó de la negativa a la lluita per la llibertat dels presos polítics, a accelerar la lluita antifranquista: "No es conveniente repetir el número del día 12 [de novembre de 1976]". Cal recordar que precisament la manifestació del 12 de novembre a Ciutat va significar un dels punts més àlgids de la lluita per la llibertat i contra la dictadura a les Illes. Per això cal -diu Celestí Alomar- "no repetir el número de día 12".

Vist que aquests "demòcrates" no volien fer res en favor dels presos polítics, un dels nostres militants (Joan Coll Andreu, dirigent del front obrer) es va veure obligat a escriure una carta de protesta a la direcció de Cort. Crec que degut al fet que jo era collaborador habitual i amic de Coco Meneses i d'Antoni Tarabini, no hi hagué gaire problemes en la seva publicació. La resposta a Celestí Alomar sortí publicada en el número 782 de la revista en la secció "Cartas al director". Deia el nostre militant: "Sr. Director del Semanario Cort:

'Me ha dejado sorprendido el comentario que el Sr. Celestí Alomar incluye sobre el ingreso en prisión de los miembros de la OICE, Josep Capó, Jaume Obrador y Miquel López Crespí, en la sección de Política de 'les Illes' de esta semana, en la revista que Ud. dirige.

'En primer lugar, creo que hay que aclarar que lo que el Sr. Celestí Alomar llama el 'número del día 12' fue una negación clara y tajante del derecho de los trabajadores a manifestarse [Joan Coll recorda que la manifestació del 12 de novembre de 1976 fou brutalmenr reprimida per la Policia Armada franquista]. En este sentido, si la 'oposición' renuncia a plantear en la calle, y en todos los lugares que sea preciso, la defensa de los más elementales derechos democráticos, mal avanzaremos hacia esa democracia de la que tanto se habla.

'En segundo lugar, no entiendo la expresión 'mucho más cuando la OICE nunca ha querido participar en la Asamblea y más de una vez la ha criticado". ¿O es, Sr. Celestí Alomar, que la ADM sólo va a luchar por la libertad de los partidos que están en su seno? Si el Sr. Celestí Alomar piensa esto, bien pobre es la comprensión que tiene de la democracia.

'En tercer lugar, si el Sr. Celestí Alomar piensa que "la Asamblea es mucho más partidaria de los pagos de las multas", ¿cómo se explica Sr. Celestí Alomar las siguientes cuestiones?:

' -Que en el Comité de Solidaridad montado al efecto, la mayor parte de los partidos de la ADM brillen por su ausencia.

'- Que partidos económicamente tan 'bien dotados' como los integrantes de la ADM no hayan aportado NADA para sacar de la cárcel a estos luchadores presos.

'-¿Es que piensan que las multas se van a satisfacer haciendo el comunicado de rigor?

'En resumen, Sr. Celestí Alomar, ¿cómo se concreta para la ADM, el 'estar por la Amnistia'.

Joan Coll Andreu".

Evidentment Celestí Alomar mai no va contestar al nostre amic del front obrer i, com era normal, tampoc no es va poder celebrar a Palma la manifestació en favor de la llibertat i per la sortida de la presó de tots els presos polítics! Precisament en uns moments que, arreu de l'Estat, la consigna més important i que mobilitzava més gent en la lluita per la llibertat era... la de l'amnistia!

Miquel López Crespí

Llibres de l´escriptor Miquel López Crespí (Web Ixent)

Història alternativa de la transició (la restauració borbònica) (Web Ixent)

Els comunistes (LCR), la transició i el postfranquisme. Llorenç Buades (Web Ixent)

Memòria cronòlogica de la repressió feixista a Mallorca (Web Ixent)

Categories: literatura

Vitòria 1976 - Els crims de la transició (la restauració borbònica)

(1 vídeo) A Fraga el meu menyspreu i, de nou, la demanda d'un judici que li faça pagar els seus crims.


I escriuré els noms...


Conste que he passat mig dia pensant que no faria aquest article, de tip que n'estic, d’aquest Fraga Iribarne. Ja n’estava quan jo era jove i ell signava sentències de mort o matava gent al carrer, que deia que era seu. I n'he estat tots aquests anys, en veient que un personatge amb un passat tan abominable podia viure en democràcia sense que ningú no li fera pagar les culpes. I n’estic d'aguantar les seues provocacions. Però he decidit que, aquest article, l'havia de fer solament per escriure el nom de les seues víctimes.

I l’escriuré, el nom d’aquestes víctimes, perquè amb monstres com Fraga no tenim el dret d’abaixar mai la guàrdia. No podem deixar-li’n passar ni una sense recordar-li que és un criminal que fa dècades que hauria de podrir-se en una presó..., per a vergonya nostra, que no ho hem aconseguit.

Per això, perquè la memòria el perseguesca, escriuré el nom de Pedro María Martínez Ocio, de vint-i-set anys; de Francisco Aznar, de disset; de Romualdo Barrosa, de dinou; de José Castillo, de trenta-dos, i de Bienvenido Pereda, de trenta. Tots van morir a Vitòria el 3 de març de 1976, assassinats a trets per la policia, que depenia de Fraga. I el nom d'Oriol Solé, mort després de la fugida de Segòvia a mans dels seus sicaris. I els noms de Ricardo Garcia Pellejero i d’Aniano Jiménez Santos, morts a Montejurra, també sota el seu mandat. I voldria escriure, però no el recorde, el nom d'un obrer assassinat a Elda per la policia aquell febrer del 1976, quan pintàvem parets per fer-ho saber. I escriuré amb lletra gruixuda el nom de Julián Grimau, mort de vint-i-set trets el 20 d'abril de 1963, a les sis del matí. Mort per una sentència del consell de ministres de Franco, en què aquest va demanar a tots els qui en formaven part que s’hi comprometeren. Dos van dubtar, però cap no era Fraga. Fraga va demanar la mort del cap del Partit Comunista.

A tots ells el meu record, respecte i homenatge. A Fraga el meu menyspreu i, de nou, la demanda d'un judici que li faça pagar els seus crims.

(P.D: des de primera hora del matí m'han arribat tot de correus de lectors recordant-me el nom de l'obrer molt a Elda, que era Teófilo del Valle. Gràcies. La memòria, quan és col·lectiva, significa molt.)

Vicent Partal director@vilaweb.cat


Amb aquests assassinats la burgesia espanyola demostrava el que estava disposada a consentir i el què no volia de cap de les maneres. I això era: sí a un pacte amb l'oposició per a mantenir l'essencial de l'estat capitalista (oferint la possibilitat d'una constitució monàrquica, imperialista i capitalista); permanència de tots els aparats repressius de la dictadura; no res de depuració de criminals i torturadors; ni parlar-ne de república federal o autodeterminació de les nacionalitats oprimides, de democràcia popular, o del poder dels treballadors". (Miquel López Crespí)



L'escriptor Miquel López Crespí va escriure aquesta història alternativa de la transició: No era això: memòria històrica de la transició.

Les vagues a Vitòria havien començat (desembre de 1975) per simples reivindicacions laborals a Forjas Alavesas (es demanaven quaranta-dues hores setmanals de feina i sis mil pessetes d'augment). A poc a poc, malgrat els esforços dels carrillistes per mantenir la gent dins les fàbriques i no sortir al carrer, els treballadors s'anaven polititzant setmana rere setmana, i s'accentuaven més les seves reivindicacions -reivindicacions de govern obrer i popular; república socialista; dissolució dels aparats repressius de l'Estat (Policia Armada i Guàrdia Civil); unitat obrera enfront el capital; dimissió de tots els antics càrrecs sindicals i posà aquests càrrecs en mans de les assemblees sobiranes; etc, etc.

La coordinació de les fàbriques en lluita augmentà, es consolidà, i la seva pràctica -democràcia de base- s'anà generalitzant. Dia 12 de gener: vaga a Mevosa; dia 14: les assemblees d'aquestes fàbriques van unificant esforços amb les d'Aranzábal, Olazábal, Gabilondo, etc; dia 19: Huarte i Cablerías del Norte s'hi afegeixen. Tots aquestes centres industrials -i molts més-, coordinats amb les coordinadores de barri i estudiants, arriben a mobilitzar les 200.000 persones de la ciutat que surten quasi cada dia al carrer per a defensar les reivindicacions del poble revoltat. Delegats de les fàbriques en lluita viatgen per tot l'Estat explicant l'avançada experiència sovietista de Vitòria.

Durango, Amorebieta, Gernika, Santurtzi, Getxo, Markina, formen igualment importants coordinadores d'assemblees i consells obrers. OEC i les Plataformes Anticapitalistes tenen una part activa en aquestes experiències, però, com sempre, el partit (OEC) no intenta capitalitzar els conflictes i -potser erròniament- els seus militants feinegen entre els treballadors i els estudiants ajudant sempre les iniciatives més agosarades i revolucionàries sense fer proselitisme. Ben al contrari del que feia el PCE -apuntar-se a lluites en els quals no participava-, l'OEC -per manca d'una concepció dogmàtica i estalinista de partit- no intentà capitalitzar en profit seu les lluites que impulsà, tant a Vitòria com a les Illes com a tota la resta de l'Estat.

El moviment revolucionari s'accentuava dia a dia malgrat la repressió. Només en dos mesos -parlam de 1976- la patronal perdia la plus-vàlua de 36.469.OOO hores no treballades. La complicada política de reforma controlada esclatava pertot arreu. S'havia de fer qualque cosa. El PCE, Carrillo -el PSOE era quasi inexistent-, no bastava per a controlar les exigències cada vegada més combatives i antipactistes dels pobles. El govern de la reforma, un govern on hi havia en Fraga, en Martín Villa i en Suárez, decideix escalivar a fons els estudiants i treballadors i, sense miraments, el dia 3 de març de 1976, per provar d'aturar aquesta imparable onada de coordinadores que sacsejava molts d'indrets de l'Estat, ordenen disparar a matar.

Els representants de les coordinadores de fàbriques en lluita estaven reunits a l'interior de l'església de Sant Francesc d'Assís. Hi eren presents obrers de molts d'indrets i, en el moment en que la Policia metrallà els treballadors, prop de cinc mil homes i dones discutien en pau i ordenadament els seus problemes socials i polítics.

Assabentats que en aquella església hi havia els principals dirigents partidaris de la democràcia proletària, Suárez, Fraga i Martín Villa ordenen l'assalt. La Policia entra disparant. Maten tres joves. Francisco Aznar, de disset anys, assassinat d'un tret al cap. Pedro María Ocio, quan intentava protegir uns infants amb el seu cos, rep l'impacte de les bales. Més tard, un altre jove, Romualdo Barroso, de dinou anys, és abatut salvatgement per les forces repressives que segueixen les instruccions del govern aperturista. Hi ha desenes i desenes de ferits i detinguts.

Pareix evident que la burgesia franquista, amb aquestes accions sagnants, prova de deturar el moviment revolucionari, republicà i anticapitalista, que el carrillisme no pot controlar. Tots els sectors del règim (aperturistes i búnker) consideren que la situació ha arribat a tal punt que només es pot aturar amb la sang. Els anys 74, 75 i, concretament, el 76, han demostrat que augmenten la lluita de classes, les mobilitzacions en contra de la imposada i forçada "unitat d'Espanya", i que els pobles de les diverses nacionalitats comencen a oscil· lar del reformisme vers comportaments i actituds polítics cada volta més compromesos. La reforma s'ha de reconduir, com sigui, amb sang si és necessari. La premsa de l'Europa demoburgesa resta atemorida davant el que està passant a l'Estat espanyol. Le Monde escriu dia 5 de març de 1976: "Organitzacions revolucionàries d'extrema esquerra denuncian cada vegada més la política conciliadora [amb el franquisme] del Partit Comunista i de les Comissions Obreres, que encara controla aquest partit. Des de fa setmanes, els fets palesen un avenç cada vegada més accentuat del poble envers posicions més combatives, més polititzades".

A Mallorca, OEC, les Plataformes Anticapitalistes de Barris i d'Estudiants, les Comissions Obreres Anticapitalistes, s'encarregaren de propagar les idees i experiències avançades de Vitòria. Aleshores -seguint les instruccions de l'OEC- jo militava en el front d'estudiants, concretament a Magisteri. Juntament amb n'Antoni Mir i en Biel Matamales, ens tocà organitzar una explicació d'aquells fets -hi hagué assemblea general amb assistència massiva. N'Àngels Roig, na Margarida Seguí, na Magda Solano, en Salvador Rigo, na Josefina Valentí, entre altres bons companys i militants, treballaren fort repartint fulls volants, pintant i dibuixant cartells, aturant les classes per a explicar als alumnes els fets sagnants de Vitòria, preparant les assemblees informatives.

En aquella assemblea de solidaritat hi intervingué, per part del nostre Front Obrer, el treballador i militant de l'OEC Jaime Bueno (en "Tomàs", en l'argot de la clandestinitat), avui excel× lent advocat que jugà un paper essencial en la caiguda del corrupte govern Cañellas (PP) a les Illes. Per diverses facultats hi intervingueren en Mateu Morro i altres destacats dirigents universitaris de l'OEC. A Filosofia, hi havia, a part d'en Mateu Morro (l'actual Conseller d'Agricultura del Govern Balear i secretari general del PSM), en Joan Ensenyat i en Mateu Ensenyat (aquest darrer, provinent d'un grup que s'havia integrat en el partit provinent de Bandera Roja).

A s'Arenal, clandestinament, n'Aina Gomila, aleshores treballadora de la neteja a un hotel, explicà els fets als obrers i obreres de l'hosteleria. Na Maria Duran i en Martí Perelló s'encarregaren d'impulsar lluites solidàries per Manacor i la seva comarca; a Menorca (Maó, Ferreries, Ciutadella, Alaior, etc), el cap de la campanya de solidaritat amb Vitòria (es necessitaven diners per a treure de la presó els represaliats per la dictadura) fou en Llorenç Febrer amb els seus incansables companys provinents de les JOC.

A part dels morts a Vitòria hi hagué més assassinats arreu. Un d'aquests crims diaris va ser el del jove obrer Gabriel Rodrigo, de dinou anys, que fou "liquidat" d'una manera encara no aclarida per membres de la Brigada Social o d'alguna altra de les forces repressives de l'Estat. El cert és que aquest jove treballador, en assabentar-se dels esdeveniments de Vitòria, sortí amb altres milers de companys a participar en una manifestació no permesa en contra de la repressió feixista, a Tarragona. Acorralat per les forces de la repressió de la dictadura, provà d'amagar-se dels seus perseguidors en el terrat de la casa número 7 del carrer Landa de Tarragona (una casa de tres pisos). Poc després el seu cadàver restava, esclafat, enmig del carrer, entre un gran bassiot de sang (vegeu Cambio16, núm. 233, 15-21 març de 1976, pàg. 14). Crims com aquest eren el pa nostre de cada dia en els darrers anys de la dictadura.

¿Qui no va treballar per a explicar el que havia succeït a Vitòria? Tot el partit es va posar en cos i ànima a treure'n les ensenyances oportunes per a impedir amb totes les nostres forces que aquests fets es repetissin o s'oblidassin. Na Dora Muñoz en el Front de Mestres, en Guillem Coll a Inca (organitzant les primeres assemblees obreres amb els treballadors de la sabata a Inca, Lloseta, etc), en Gori Negre i na Rosa Vich a Santa Maria... No acabaríem mai el llistat de companys que treballaren en aquesta línia de solidaritat fent xerrades, recollint diners per obres, hotels, barris i facultats, escrivint articles, fent fulls volants, editant cartells, enganxines de protesta contra la salvatge repressió feixista...

Amb aquests assassinats la burgesia espanyola demostrava el que estava disposada a consentir i el què no volia de cap de les maneres. I això era: sí a un pacte amb l'oposició per a mantenir l'essencial de l'estat capitalista (oferint la possibilitat d'una constitució monàrquica, imperialista i capitalista); permanència de tots els aparats repressius de la dictadura; no res de depuració de criminals i torturadors; ni parlar-ne de república federal o autodeterminació de les nacionalitats oprimides, de democràcia popular, o del poder dels treballadors. Finalment, després de la caiguda del govern Arias -pels seus grans errors i continuats crims, que posaven en perill la reforma- (juliol de 1976), els punts de vista de la pretesa "oposició" democràtica i els hereus "liberals" del franquisme s'anaren apropant fins a coincidir totalment i absolutament.

Vist en perspectiva, el que tots els sectors del règim demanaven -i que la "oposició" els concedí benèvolament a canvi d'unes poltrones- era una llei de punt final dels crims de la dictadura. Com diria El País (6-VIII-95, pàg. 14): "La única ley de 'punto final' la hicimos los demócratas para los franquistas".

Any 1976: punt àlgid de la lluita popular contra la dictadura
Del llibre No era això: memòria política de la transició (Edicions El Jonc)
© Miquel López Crespí
Març de 2006

Miquel López Crespí

Llibres de l´escriptor Miquel López Crespí (Web Ixent)

Articles d´actualitat política de l´escriptor Miquel López Crespí

Història alternativa de la transició (la restauració borbònica) (Web Ixent)

Categories: literatura

Vitòria 1976 - Els crims de la transició (la restauració borbònica)

(1 vídeo) A Fraga el meu menyspreu i, de nou, la demanda d'un judici que li faça pagar els seus crims.


I escriuré els noms...


Conste que he passat mig dia pensant que no faria aquest article, de tip que n'estic, d’aquest Fraga Iribarne. Ja n’estava quan jo era jove i ell signava sentències de mort o matava gent al carrer, que deia que era seu. I n'he estat tots aquests anys, en veient que un personatge amb un passat tan abominable podia viure en democràcia sense que ningú no li fera pagar les culpes. I n’estic d'aguantar les seues provocacions. Però he decidit que, aquest article, l'havia de fer solament per escriure el nom de les seues víctimes.

I l’escriuré, el nom d’aquestes víctimes, perquè amb monstres com Fraga no tenim el dret d’abaixar mai la guàrdia. No podem deixar-li’n passar ni una sense recordar-li que és un criminal que fa dècades que hauria de podrir-se en una presó..., per a vergonya nostra, que no ho hem aconseguit.

Per això, perquè la memòria el perseguesca, escriuré el nom de Pedro María Martínez Ocio, de vint-i-set anys; de Francisco Aznar, de disset; de Romualdo Barrosa, de dinou; de José Castillo, de trenta-dos, i de Bienvenido Pereda, de trenta. Tots van morir a Vitòria el 3 de març de 1976, assassinats a trets per la policia, que depenia de Fraga. I el nom d'Oriol Solé, mort després de la fugida de Segòvia a mans dels seus sicaris. I els noms de Ricardo Garcia Pellejero i d’Aniano Jiménez Santos, morts a Montejurra, també sota el seu mandat. I voldria escriure, però no el recorde, el nom d'un obrer assassinat a Elda per la policia aquell febrer del 1976, quan pintàvem parets per fer-ho saber. I escriuré amb lletra gruixuda el nom de Julián Grimau, mort de vint-i-set trets el 20 d'abril de 1963, a les sis del matí. Mort per una sentència del consell de ministres de Franco, en què aquest va demanar a tots els qui en formaven part que s’hi comprometeren. Dos van dubtar, però cap no era Fraga. Fraga va demanar la mort del cap del Partit Comunista.

A tots ells el meu record, respecte i homenatge. A Fraga el meu menyspreu i, de nou, la demanda d'un judici que li faça pagar els seus crims.

(P.D: des de primera hora del matí m'han arribat tot de correus de lectors recordant-me el nom de l'obrer molt a Elda, que era Teófilo del Valle. Gràcies. La memòria, quan és col·lectiva, significa molt.)

Vicent Partal director@vilaweb.cat


Amb aquests assassinats la burgesia espanyola demostrava el que estava disposada a consentir i el què no volia de cap de les maneres. I això era: sí a un pacte amb l'oposició per a mantenir l'essencial de l'estat capitalista (oferint la possibilitat d'una constitució monàrquica, imperialista i capitalista); permanència de tots els aparats repressius de la dictadura; no res de depuració de criminals i torturadors; ni parlar-ne de república federal o autodeterminació de les nacionalitats oprimides, de democràcia popular, o del poder dels treballadors". (Miquel López Crespí)



L'escriptor Miquel López Crespí va escriure aquesta història alternativa de la transició: No era això: memòria històrica de la transició.

Les vagues a Vitòria havien començat (desembre de 1975) per simples reivindicacions laborals a Forjas Alavesas (es demanaven quaranta-dues hores setmanals de feina i sis mil pessetes d'augment). A poc a poc, malgrat els esforços dels carrillistes per mantenir la gent dins les fàbriques i no sortir al carrer, els treballadors s'anaven polititzant setmana rere setmana, i s'accentuaven més les seves reivindicacions -reivindicacions de govern obrer i popular; república socialista; dissolució dels aparats repressius de l'Estat (Policia Armada i Guàrdia Civil); unitat obrera enfront el capital; dimissió de tots els antics càrrecs sindicals i posà aquests càrrecs en mans de les assemblees sobiranes; etc, etc.

La coordinació de les fàbriques en lluita augmentà, es consolidà, i la seva pràctica -democràcia de base- s'anà generalitzant. Dia 12 de gener: vaga a Mevosa; dia 14: les assemblees d'aquestes fàbriques van unificant esforços amb les d'Aranzábal, Olazábal, Gabilondo, etc; dia 19: Huarte i Cablerías del Norte s'hi afegeixen. Tots aquestes centres industrials -i molts més-, coordinats amb les coordinadores de barri i estudiants, arriben a mobilitzar les 200.000 persones de la ciutat que surten quasi cada dia al carrer per a defensar les reivindicacions del poble revoltat. Delegats de les fàbriques en lluita viatgen per tot l'Estat explicant l'avançada experiència sovietista de Vitòria.

Durango, Amorebieta, Gernika, Santurtzi, Getxo, Markina, formen igualment importants coordinadores d'assemblees i consells obrers. OEC i les Plataformes Anticapitalistes tenen una part activa en aquestes experiències, però, com sempre, el partit (OEC) no intenta capitalitzar els conflictes i -potser erròniament- els seus militants feinegen entre els treballadors i els estudiants ajudant sempre les iniciatives més agosarades i revolucionàries sense fer proselitisme. Ben al contrari del que feia el PCE -apuntar-se a lluites en els quals no participava-, l'OEC -per manca d'una concepció dogmàtica i estalinista de partit- no intentà capitalitzar en profit seu les lluites que impulsà, tant a Vitòria com a les Illes com a tota la resta de l'Estat.

El moviment revolucionari s'accentuava dia a dia malgrat la repressió. Només en dos mesos -parlam de 1976- la patronal perdia la plus-vàlua de 36.469.OOO hores no treballades. La complicada política de reforma controlada esclatava pertot arreu. S'havia de fer qualque cosa. El PCE, Carrillo -el PSOE era quasi inexistent-, no bastava per a controlar les exigències cada vegada més combatives i antipactistes dels pobles. El govern de la reforma, un govern on hi havia en Fraga, en Martín Villa i en Suárez, decideix escalivar a fons els estudiants i treballadors i, sense miraments, el dia 3 de març de 1976, per provar d'aturar aquesta imparable onada de coordinadores que sacsejava molts d'indrets de l'Estat, ordenen disparar a matar.

Els representants de les coordinadores de fàbriques en lluita estaven reunits a l'interior de l'església de Sant Francesc d'Assís. Hi eren presents obrers de molts d'indrets i, en el moment en que la Policia metrallà els treballadors, prop de cinc mil homes i dones discutien en pau i ordenadament els seus problemes socials i polítics.

Assabentats que en aquella església hi havia els principals dirigents partidaris de la democràcia proletària, Suárez, Fraga i Martín Villa ordenen l'assalt. La Policia entra disparant. Maten tres joves. Francisco Aznar, de disset anys, assassinat d'un tret al cap. Pedro María Ocio, quan intentava protegir uns infants amb el seu cos, rep l'impacte de les bales. Més tard, un altre jove, Romualdo Barroso, de dinou anys, és abatut salvatgement per les forces repressives que segueixen les instruccions del govern aperturista. Hi ha desenes i desenes de ferits i detinguts.

Pareix evident que la burgesia franquista, amb aquestes accions sagnants, prova de deturar el moviment revolucionari, republicà i anticapitalista, que el carrillisme no pot controlar. Tots els sectors del règim (aperturistes i búnker) consideren que la situació ha arribat a tal punt que només es pot aturar amb la sang. Els anys 74, 75 i, concretament, el 76, han demostrat que augmenten la lluita de classes, les mobilitzacions en contra de la imposada i forçada "unitat d'Espanya", i que els pobles de les diverses nacionalitats comencen a oscil· lar del reformisme vers comportaments i actituds polítics cada volta més compromesos. La reforma s'ha de reconduir, com sigui, amb sang si és necessari. La premsa de l'Europa demoburgesa resta atemorida davant el que està passant a l'Estat espanyol. Le Monde escriu dia 5 de març de 1976: "Organitzacions revolucionàries d'extrema esquerra denuncian cada vegada més la política conciliadora [amb el franquisme] del Partit Comunista i de les Comissions Obreres, que encara controla aquest partit. Des de fa setmanes, els fets palesen un avenç cada vegada més accentuat del poble envers posicions més combatives, més polititzades".

A Mallorca, OEC, les Plataformes Anticapitalistes de Barris i d'Estudiants, les Comissions Obreres Anticapitalistes, s'encarregaren de propagar les idees i experiències avançades de Vitòria. Aleshores -seguint les instruccions de l'OEC- jo militava en el front d'estudiants, concretament a Magisteri. Juntament amb n'Antoni Mir i en Biel Matamales, ens tocà organitzar una explicació d'aquells fets -hi hagué assemblea general amb assistència massiva. N'Àngels Roig, na Margarida Seguí, na Magda Solano, en Salvador Rigo, na Josefina Valentí, entre altres bons companys i militants, treballaren fort repartint fulls volants, pintant i dibuixant cartells, aturant les classes per a explicar als alumnes els fets sagnants de Vitòria, preparant les assemblees informatives.

En aquella assemblea de solidaritat hi intervingué, per part del nostre Front Obrer, el treballador i militant de l'OEC Jaime Bueno (en "Tomàs", en l'argot de la clandestinitat), avui excel× lent advocat que jugà un paper essencial en la caiguda del corrupte govern Cañellas (PP) a les Illes. Per diverses facultats hi intervingueren en Mateu Morro i altres destacats dirigents universitaris de l'OEC. A Filosofia, hi havia, a part d'en Mateu Morro (l'actual Conseller d'Agricultura del Govern Balear i secretari general del PSM), en Joan Ensenyat i en Mateu Ensenyat (aquest darrer, provinent d'un grup que s'havia integrat en el partit provinent de Bandera Roja).

A s'Arenal, clandestinament, n'Aina Gomila, aleshores treballadora de la neteja a un hotel, explicà els fets als obrers i obreres de l'hosteleria. Na Maria Duran i en Martí Perelló s'encarregaren d'impulsar lluites solidàries per Manacor i la seva comarca; a Menorca (Maó, Ferreries, Ciutadella, Alaior, etc), el cap de la campanya de solidaritat amb Vitòria (es necessitaven diners per a treure de la presó els represaliats per la dictadura) fou en Llorenç Febrer amb els seus incansables companys provinents de les JOC.

A part dels morts a Vitòria hi hagué més assassinats arreu. Un d'aquests crims diaris va ser el del jove obrer Gabriel Rodrigo, de dinou anys, que fou "liquidat" d'una manera encara no aclarida per membres de la Brigada Social o d'alguna altra de les forces repressives de l'Estat. El cert és que aquest jove treballador, en assabentar-se dels esdeveniments de Vitòria, sortí amb altres milers de companys a participar en una manifestació no permesa en contra de la repressió feixista, a Tarragona. Acorralat per les forces de la repressió de la dictadura, provà d'amagar-se dels seus perseguidors en el terrat de la casa número 7 del carrer Landa de Tarragona (una casa de tres pisos). Poc després el seu cadàver restava, esclafat, enmig del carrer, entre un gran bassiot de sang (vegeu Cambio16, núm. 233, 15-21 març de 1976, pàg. 14). Crims com aquest eren el pa nostre de cada dia en els darrers anys de la dictadura.

¿Qui no va treballar per a explicar el que havia succeït a Vitòria? Tot el partit es va posar en cos i ànima a treure'n les ensenyances oportunes per a impedir amb totes les nostres forces que aquests fets es repetissin o s'oblidassin. Na Dora Muñoz en el Front de Mestres, en Guillem Coll a Inca (organitzant les primeres assemblees obreres amb els treballadors de la sabata a Inca, Lloseta, etc), en Gori Negre i na Rosa Vich a Santa Maria... No acabaríem mai el llistat de companys que treballaren en aquesta línia de solidaritat fent xerrades, recollint diners per obres, hotels, barris i facultats, escrivint articles, fent fulls volants, editant cartells, enganxines de protesta contra la salvatge repressió feixista...

Amb aquests assassinats la burgesia espanyola demostrava el que estava disposada a consentir i el què no volia de cap de les maneres. I això era: sí a un pacte amb l'oposició per a mantenir l'essencial de l'estat capitalista (oferint la possibilitat d'una constitució monàrquica, imperialista i capitalista); permanència de tots els aparats repressius de la dictadura; no res de depuració de criminals i torturadors; ni parlar-ne de república federal o autodeterminació de les nacionalitats oprimides, de democràcia popular, o del poder dels treballadors. Finalment, després de la caiguda del govern Arias -pels seus grans errors i continuats crims, que posaven en perill la reforma- (juliol de 1976), els punts de vista de la pretesa "oposició" democràtica i els hereus "liberals" del franquisme s'anaren apropant fins a coincidir totalment i absolutament.

Vist en perspectiva, el que tots els sectors del règim demanaven -i que la "oposició" els concedí benèvolament a canvi d'unes poltrones- era una llei de punt final dels crims de la dictadura. Com diria El País (6-VIII-95, pàg. 14): "La única ley de 'punto final' la hicimos los demócratas para los franquistas".

Any 1976: punt àlgid de la lluita popular contra la dictadura
Del llibre No era això: memòria política de la transició (Edicions El Jonc)
© Miquel López Crespí
Març de 2006

Miquel López Crespí

Llibres de l´escriptor Miquel López Crespí (Web Ixent)

Articles d´actualitat política de l´escriptor Miquel López Crespí

Història alternativa de la transició (la restauració borbònica) (Web Ixent)

Categories: literatura

El nostre pitjor enemic al Club de lectura de Cambrils

 







27 de febrer de 2024. Viatge a Cambrils en motiu del Club de lectura que la Biblioteca Josep Salceda i Castells, conduït per Rosana Andreu, dedica al meu llibre El nostre pitjor enemic (Cossetània Edicions, 2016).

Em sé la carretera de memòria, la transito sovint, però sobretot els últims mesos, acompanyant mon fill a la lliga de futbol de la categoria cadet, que juguem contra equips de la zona propera a Tarragona. Però avui viatjo sol, i com que aquests dies estic una mica nostàlgic, potser perquè estic remenant vells papers, em poso Verges 50. M’adono que fa exactament quaranta anys que el vaig escoltar per primera vegada, a inicis de 1984, també en un viatge en cotxe, quan els viatges en cotxe que no feies amb la teva família esdevenien mítics. De Lluís Llach tot just em començava a agradar alguna cançó, els meus gustos musicals estaven evolucionant ràpidament, i la banda sonora d’aquell viatge potser fou definitiu per a convertir-lo en el meu cantant preferit, segurament per a la resta de la vida, que un a aquestes edats ja canvia poc. Feia molt temps que no l’escoltava sencer, a tot volum, al cotxe, ell, jo i la carretera, i entenc l’impacte que em va causar, i se’m posa la pell de gallina als mateixos moments, i la lletra se’m fa present als llavis per art de màgia. El disc acaba quan albiro la sortida de l’autovia.

Arribo amb prou temps per donar unes quantes voltes pels carrers laterals de la Biblioteca, a la recerca d’un aparcament  que trobo a escassos metres. Avui el destí m’és favorable, però no el vent. Portava uns quants llibres per a alliberar per la ciutat, però el vent no ho fa recomanable; en deixo algun arrecerat a l’entrada d’un hotel, d’una floristeria. Entro a una clínica mèdica i li pregunto a la noia de recepció si li puc regalar un exemplar de Postres de músic, perquè estigui a la sala d’espera. Somriu, sorpresa, i m’avisa: “Segur que el robaran”. És igual; pensava deixar-lo al carrer.

Sense més preàmbuls, que comença a córrer la fresca per la riera de Cambrils, entro a la Biblioteca. De seguida em surt a rebre la Rosana, amb el seu somriure marca de la casa. Està una mica angoixada, perquè tenen molta feina, i estan curts de personal, i fins a l’últim moment patia per no poder assistir a la reunió del Club. Però avui ho tinc tot de cara, tot i que en aquells instants encara no n’era conscient. Pugem al segon pis. Rosana avisa els usuaris que potser farem una mica de soroll durant la reunió, en un racó de la sala, darrere una prestatgeria. Abans les bibliotecàries amenaçaven els usuaris que no fessin soroll, ara avisen que en faran elles. Porta un roller up del Campus Extens de la URV, que patrocina l’activitat, i em pregunta si tinc traça per a muntar-lo. Li contesto que tinc moltes qualitats, però aquesta no. Però entre tots dos, i un autor basc que estava per allí, que aviat publicarà el seu primer poemari en català –ho sento, no recordo el nom- ens en sortim. Tres persones de lletres hem pogut contra un roller up, que no cau ni res, i ens el mirem orgullosos, i amb certa temor.

Amb tot això, va arribant els membres del Club de lectura, la part més important de l’activitat. Com sempre, un 90% dones. Són força gent, i participatius, i de seguida tenen preguntes, curiositats, que miro de respondre, intentant explicar les motivacions que van portar un contista com jo a escriure la seva primera novel·la, i les dificultats, i els dolors, i els dubtes... i la satisfacció final, malgrat tot. En general em manifesten que els ha agradat molt, però sobretot agraeixo alguna crítica molt concreta, que accepto i comparteixo. Els mostro l’esquema que em va guiar, imatges que m’inspiraren per a descriure els personatges, i poder-hi conviure amb més facilitat, el dibuix que em vaig fer de l’illa, que juga un paper important i opressiu.

Fins que Rosana, que té una cura pel temps que comparteixo, ens diu que ja és hora d’acabar. Alguns aprofiten els instants finals per a aproximar-se, per a traslladar-me que els ha agradat, però de més a prop, i prenen nota d’algun dels meus reculls de contes que, com no pot ser d’una altra manera, m’han acompanyat.

Surto al carrer i ja és plena nit, i fa fred, però tinc el cotxe a prop. De tornada em poso Campanades a morts, que conté la primera cançó que em va enamorar de Lluís Llach –endevineu quina?- i em sento molt viu i ple. El nostre pitjor enemic és només avui el títol d’un llibre.

Es comenta a la revista Cambrils

Categories: literatura

Memòria de Salvador Puig Antich

El tribunal desestima, per segona vegada, estudiar les últimes proves presentades per les germanes de l'activista del MIL

Nou revés del Suprem a la família Puig Antich


El ple de la sala militar el Tribunal Suprem espanyol ha desestimat el recurs de súplica que havien presentat les germanes de Salvador Puig Antich perquè s'estudiïn més proves del cas, que permetin de revisar la sentència que el va condemnar a mort, el 1974. El març, el Suprem ja es va negar a acceptar les últimes dues proves presentades per la família, en considerar-les irrellevants: un testimoni i un estudi dactilogràfic sobre l'autòpisa feta al policia que es va morir en el tiroteig amb els activistes del MIL.

El tribunal, que encara té pendent la deliberació sobre si es pot presentar un recurs de revisió de la condemna a mort, ja va considerar com una prova inútil i innecessària l'informe de l'autòpsia del sots-inspector Francisco Aguas. Aquesta prova, segons la família, demostra que els trets que van matar el policia no van sortir de la pistola de Puig Antich (o no solament d'aquesta).

El Suprem també va desestimar prendre declaració a un nou testimoni: Francesc de Paula Caminal i Badia, que va ser el confessor de Puig Antich juntament amb Oriol Arau Hernández durant la instrucció de la causa. La família n'havia demanat la compareixença perquè declarés que Puig Antich li va explicar com havien succeït els fets i que li havia confessat que mai va tenir la intenció de matar ningú.

El tribunal, en canvi, si que estudiarà la prova infogràfica que reconstrueix el tiroteig entre Puig Antich i la policia espanyola, i la declaració que va fer el mes de gener el metge Joaquín Latorre, que el 1973 era ajudant del metge que va atendre l'agent Francisco Aguas.

Vilaweb (23-V-07)


La nit abans de l'assassinat del jove militant antifeixista, arquitectes, delineants, picapedrers (parlam del grup antifranquista que envoltava la cooperativa d'arquitectes progressistes del carrer Estudi General [Ciutat de Mallorca]), ens dividírem en "comandos d'acció". Volíem fer quelcom de diferent, quelcom que tingués certa repercussió ciutadana. Les pintades eren cada vegada menys efectives, car membres de la Guardia de Franco i guàrdies civils retirats informaven de seguida a la Policia Política i una brigada s'encarregava d'esborrar-les. (Miquel López Crespí)


Mallorca 1974: salvar Puig Antich!



Salvador Puih Antich

Els primers mesos de 1974 estaven marcats per les lluites i mobilitzacions per provar de salvar la vida del militant anarquista Salvador Puig Antich (que, sense que ho poguéssim impedir, seria assassinat implacablement per la dictadura el dissabte dia 2 de març de 1974). Un dia ens arribà a Ciutat una octaveta signada pels presos polítics de la Model de Barcelona. "Informació sobre el Consell de guerra del MIL" (MIL eren les sigles del Moviment Ibèric d'Alliberament, del qual formava part Puig Antich). El comunicat el signaven membres del FRAP, del PCE (m-l), FAC, CNT, UGT, PSOE i un grup de presos independents. El PSUC-PCE no volgué sortir en defensa d'un "terrorista".

Decidírem fer alguna acció a Ciutat i, vist que els partits de l'"oposició" no es movien ni donaven senyals de vida, impulsàrem les activitats en defensa del jove anarquista. El MIL (Moviment Ibèric d'Alliberament) no era una organització "presentable" i feien anques enrere per por a complicar-se amb accions que atemorissin als possibles "aliats" burgesos o procedents del franquisme (les forces "aperturistes", en el seu llenguatge possibilista).

La nit abans de l'assassinat del jove militant antifeixista, arquitectes, delineants, picapedrers (parlam del grup antifranquista que envoltava la cooperativa d'arquitectes progressistes del carrer Estudi General), ens dividírem en "comandos d'acció". Volíem fer quelcom de diferent, quelcom que tingués certa repercussió ciutadana. Les pintades eren cada vegada menys efectives, car membres de la Guardia de Franco i guàrdies civils retirats informaven de seguida a la Policia Política i una brigada s'encarregava d'esborrar-les.

Havíem acordat no fer pintades. Aquesta vegada es tractava de fer uns cartells -de la mida d'un full de diari- i, al vespre, quan tothom dormís, anar botiga per botiga introduint-los per l'escletxa dels vidres, dins del mostrador. A l'endemà -era diumenge i els comerços estarien tancats-, tota la ciutat podria llegir les consignes a favor de Puig Antich i contra el govern dictatorial. Dit i fet, cada grup marxà al seu lloc de reunió per a començar la feina. En el meu hi havia l'arquitecte Joan Vila i la seva dona, Berta; en Manolo Cabellos i un ex-legionari, un obrer en atur que no tenia por a res. En retolador, damunt paper blanc, començàrem a escriure: "Feixistes assassins, llibertat per a Puig Antich!", "Puig Antich és viu!"; "Judici popular contra els criminals!" i altres de semblants.

A la nit, prop de les dues de la matinada, sortíem i complirem amb el sector assignat al nostre "comando" -centre de ciutat-. No hi hagué detencions. Cap dels grups d'acció tingué baixes. Les cites de seguretat funcionaren a la perfecció i, a l'endemà, mesclats amb la gent, poguérem circular per Palma veient el fruit de l'eficient feinada subversiva. La Social no pogué fer res! Tota la propaganda en contra la dictadura romania intacta, en els mostradors, tal com l'havíem deixada la nit anterior.

Amb el temps, el grup del carrer Estudi General s'anà dividint i cadascú acabà militant en distintes organitzacions -o alguns restaren independents, continuant fent diverses tasques antifeixistes. En Guillen Oliver i na Neus anaren aprofundint encara més dins l'anarquisme llibertari. En Manolo Cabellos i na Joana Mª Roca entraren en contacte amb el Grup de Formació Marxista-Leninista.

Miquel López Crespí

Del llibre L’Antifranquisme a Mallorca (1950-70) editat per Lleonard Muntaner en El Tall Editorial l’any 1994.

Categories: literatura

Memòria de Salvador Puig Antich

El tribunal desestima, per segona vegada, estudiar les últimes proves presentades per les germanes de l'activista del MIL

Nou revés del Suprem a la família Puig Antich


El ple de la sala militar el Tribunal Suprem espanyol ha desestimat el recurs de súplica que havien presentat les germanes de Salvador Puig Antich perquè s'estudiïn més proves del cas, que permetin de revisar la sentència que el va condemnar a mort, el 1974. El març, el Suprem ja es va negar a acceptar les últimes dues proves presentades per la família, en considerar-les irrellevants: un testimoni i un estudi dactilogràfic sobre l'autòpisa feta al policia que es va morir en el tiroteig amb els activistes del MIL.

El tribunal, que encara té pendent la deliberació sobre si es pot presentar un recurs de revisió de la condemna a mort, ja va considerar com una prova inútil i innecessària l'informe de l'autòpsia del sots-inspector Francisco Aguas. Aquesta prova, segons la família, demostra que els trets que van matar el policia no van sortir de la pistola de Puig Antich (o no solament d'aquesta).

El Suprem també va desestimar prendre declaració a un nou testimoni: Francesc de Paula Caminal i Badia, que va ser el confessor de Puig Antich juntament amb Oriol Arau Hernández durant la instrucció de la causa. La família n'havia demanat la compareixença perquè declarés que Puig Antich li va explicar com havien succeït els fets i que li havia confessat que mai va tenir la intenció de matar ningú.

El tribunal, en canvi, si que estudiarà la prova infogràfica que reconstrueix el tiroteig entre Puig Antich i la policia espanyola, i la declaració que va fer el mes de gener el metge Joaquín Latorre, que el 1973 era ajudant del metge que va atendre l'agent Francisco Aguas.

Vilaweb (23-V-07)


La nit abans de l'assassinat del jove militant antifeixista, arquitectes, delineants, picapedrers (parlam del grup antifranquista que envoltava la cooperativa d'arquitectes progressistes del carrer Estudi General [Ciutat de Mallorca]), ens dividírem en "comandos d'acció". Volíem fer quelcom de diferent, quelcom que tingués certa repercussió ciutadana. Les pintades eren cada vegada menys efectives, car membres de la Guardia de Franco i guàrdies civils retirats informaven de seguida a la Policia Política i una brigada s'encarregava d'esborrar-les. (Miquel López Crespí)


Mallorca 1974: salvar Puig Antich!



Salvador Puih Antich

Els primers mesos de 1974 estaven marcats per les lluites i mobilitzacions per provar de salvar la vida del militant anarquista Salvador Puig Antich (que, sense que ho poguéssim impedir, seria assassinat implacablement per la dictadura el dissabte dia 2 de març de 1974). Un dia ens arribà a Ciutat una octaveta signada pels presos polítics de la Model de Barcelona. "Informació sobre el Consell de guerra del MIL" (MIL eren les sigles del Moviment Ibèric d'Alliberament, del qual formava part Puig Antich). El comunicat el signaven membres del FRAP, del PCE (m-l), FAC, CNT, UGT, PSOE i un grup de presos independents. El PSUC-PCE no volgué sortir en defensa d'un "terrorista".

Decidírem fer alguna acció a Ciutat i, vist que els partits de l'"oposició" no es movien ni donaven senyals de vida, impulsàrem les activitats en defensa del jove anarquista. El MIL (Moviment Ibèric d'Alliberament) no era una organització "presentable" i feien anques enrere per por a complicar-se amb accions que atemorissin als possibles "aliats" burgesos o procedents del franquisme (les forces "aperturistes", en el seu llenguatge possibilista).

La nit abans de l'assassinat del jove militant antifeixista, arquitectes, delineants, picapedrers (parlam del grup antifranquista que envoltava la cooperativa d'arquitectes progressistes del carrer Estudi General), ens dividírem en "comandos d'acció". Volíem fer quelcom de diferent, quelcom que tingués certa repercussió ciutadana. Les pintades eren cada vegada menys efectives, car membres de la Guardia de Franco i guàrdies civils retirats informaven de seguida a la Policia Política i una brigada s'encarregava d'esborrar-les.

Havíem acordat no fer pintades. Aquesta vegada es tractava de fer uns cartells -de la mida d'un full de diari- i, al vespre, quan tothom dormís, anar botiga per botiga introduint-los per l'escletxa dels vidres, dins del mostrador. A l'endemà -era diumenge i els comerços estarien tancats-, tota la ciutat podria llegir les consignes a favor de Puig Antich i contra el govern dictatorial. Dit i fet, cada grup marxà al seu lloc de reunió per a començar la feina. En el meu hi havia l'arquitecte Joan Vila i la seva dona, Berta; en Manolo Cabellos i un ex-legionari, un obrer en atur que no tenia por a res. En retolador, damunt paper blanc, començàrem a escriure: "Feixistes assassins, llibertat per a Puig Antich!", "Puig Antich és viu!"; "Judici popular contra els criminals!" i altres de semblants.

A la nit, prop de les dues de la matinada, sortíem i complirem amb el sector assignat al nostre "comando" -centre de ciutat-. No hi hagué detencions. Cap dels grups d'acció tingué baixes. Les cites de seguretat funcionaren a la perfecció i, a l'endemà, mesclats amb la gent, poguérem circular per Palma veient el fruit de l'eficient feinada subversiva. La Social no pogué fer res! Tota la propaganda en contra la dictadura romania intacta, en els mostradors, tal com l'havíem deixada la nit anterior.

Amb el temps, el grup del carrer Estudi General s'anà dividint i cadascú acabà militant en distintes organitzacions -o alguns restaren independents, continuant fent diverses tasques antifeixistes. En Guillen Oliver i na Neus anaren aprofundint encara més dins l'anarquisme llibertari. En Manolo Cabellos i na Joana Mª Roca entraren en contacte amb el Grup de Formació Marxista-Leninista.

Miquel López Crespí

Del llibre L’Antifranquisme a Mallorca (1950-70) editat per Lleonard Muntaner en El Tall Editorial l’any 1994.

Categories: literatura

Enquesta exigent, o el vici de fer somriure la gent

 

Després d’uns tràmits a través de línia telefònica, em comuniquen que en breu rebré una enquesta per a valorar l’atenció al públic realitzada, i que de 0 a 6 serà suspès, i que de 7 a 10, aprovat. “Caram, són més exigents que a la ESO!”, responc, I Patrícia, a l’altre costat de l’aparell, se’n riu. Sovint tinc la temptació, o el vici, o el plaer, de fer somriure la gent.

Categories: literatura

Abril de 1994: atacs feixistes, carrillistes (PCE), endollats del PSOE i sectors afins contra la memòria històrica de l'esquerra revolucionària de les Illes (I)

1994: Les agressions contra la memòria històrica de l'esquerra revolucionària de les Illes

"El pacient (Miquel López Crespí) ha estat intervingut després de patir: 'Puñetazo en región cervical tras ser agredido'. I un poc més avall, el document de l'hospital Son Dureta, concreta: 'Conmoción cervical'".

"En el fons aquesta criminalització -i atacs físics per part de l'estalinisme!- era el "premi" que aquests sectors dogmàtics donaven a qui -des de l'esquerra revolucionària- provava de servar la memòria dels republicans, dels comunistes i anarquistes, dels homes i dones sense partit que no havien acceptat les renúncies polítiques de la transició (de la restauració borbònica, per a ser més exactes)". (Miquel López Crespí)


Document oficial de l'hospital de Son Dureta de Palma (Mallorca) certificant l'agressió patida per l'escriptor Miquel López Crespí. La història d'aquest brutal atac de l'estalinisme contra un escriptor antifeixista mallorquí va sortir publicada en la revista del POR La Aurora i en altres publicacions.

A les tretze hores i deu minuts del dia vint-i-set d'octubre de 1994, qui signa aquest article va haver de ser ingressat en la secció de traumatologia de l'Hospital de Son Dureta. Segons consta en l'informe oficial del Servei d'Urgències (apartat "Anamnesi i exploració"), el pacient (Miquel López Crespí) ha estat intervingut després de patir: "Puñetazo en región cervical tras ser agredido". I un poc més avall concreta: "Conmoción cervical". Una mica més avall es recomana un tractament (amb els corresponents medicaments) en vista a la meva recuperació. Sortosament vuit dies després ja estava novament enmig del carrer, escrivint com de costum. Havia estat una agressió física directa per part dels sectors més rancis i dogmàtics de l'estalinisme illenc, sulfurats a conseqüència de la publicació d'una petita part de les meves memòries. L'agressor havia estat un tal Sotero Ortíz, conegut militant estalinista. Tot havia començat una mica abans. Quan per l'estiu-hivern de l'any 93 seleccionava alguns curts capítols d'aquestes memòries -a petició del meu bon amic Lleonard Muntaner- incloent-hi un que portava per títol "Artistes i escriptors contra la dictadura" (pàgs 30-36 de L'Antifranquisme a Mallorca (1950-1970), El Tall Editorial, núm. 18), mai no m'hauria pensat que s'armàs tal enrenou (i menys encara que m'agredissin físicament anant tranquillament pel carrer!). Potser imaginava que algun sector de la dreta més cavernària arrufaria el nas. Però no hauria suposat mai que els atacs venguessin de la pretesa esquerra; principalment, dels sectors procedents de l'estalinisme, que en els darrers anys de la dictadura s'especialitzaren en els pactes amb els hereus del franquisme.


Coberta del llibre L'Antifranquisme a Mallorca (1950-1970), llibre de memòries antifeixista que va ser perseguit i criminalitzat pels sectors més dogmàtics i sectaris propers al carrillisme illenc.

Aquesta inicial brutor contra els militants i partits de l'esquerra revolucionària illenca anava signat per Gabriel Sevilla, Albert Saoner, Bernat Riutord, Ignasi Ribas, Gustavo Catalán, José M. Carbonero, Jaime Carbonero, Antoni M. Thomàs i Salvador Bastida.

El primer pamflet contra les memòries d'un senzill antifranquista mallorquí (qui signa aquest article) va ser obra dels màxims responsables d'una ben concreta política antipopular (Pep Vílchez, que defensava els famosos Pactes de la Moncloa, per exemple). Aquesta inicial brutor contra els partits i militants de l'esquerra revolucionària illenca anava signat per Gabriel Sevilla, Albert Saoner, Bernat Riutord, Ignasi Ribas, Gustavo Catalán, José M. Carbonero, Jaime Carbonero, Antoni M. Thomàs i Salvador Bastida. Aquest pamflet calumniós contra l'esquerra va ser publicat a un diari de Ciutat el 28 d'abril del 1994. Més endavant, per si no bastassin els atacs, encara s'hi afegí un estudiós despistat. Un jovençà que no va viure aquells anys de lluita contra el feixisme i que ara, parlant amb quatre dirigents estalinistes i consultant una mica de paperassa (documentació quasi sempre d'una mateixa ideologia: en aquest cas carrillista) es va pensar saber-ho tot; estudiós que, pensant que fa història "objectiva", el que basteix realment amb els seus escrits és pura i simple apologia d'un partit (en aquest cas del PCE). Els indigeribles articles (?) plens d'inexactituds, falsedats i errors que es publicaren l'any 1994 ens ajudaren a copsar la ràbia visceral d'aquest grapat de dogmàtics quan llegeixen alguna interpretació de fets recents de la nostra història que no coincideix amb les seves apreciacions sectàries.

Però el trist de tota aquesta història no varen ser els insults dels sectaris, les mentides i brutors de tota mena que patírem els antifeixistes. El més trist va ser constatar la misèria moral de tota aquesta mena de gent. Hi ha una petita crònica publicada a la revista d'esquerres de Barcelona La Aurora, portaveu del POR, que descriu aquesta bestial "caça de bruixes" de les restes esclerotitzades de l'estalinisme illenc. Deia la crònica sota el títol "Hazañas del estalinismo en Mallorca: agredido el escritor López Crespí": "El escritor mallorquín Miquel López Crespí fue agredido por la espalda, de día y en plena calle. Miquel López Crespí, que tiene una voluminosa y muy premiada obra literaria, sacudió recientemente la vida política mallorquina con un libro de reflexiones sobre la oposición antifranquista L'Antifranquisme a Mallorca (El Tall, Ciutat de Mallorca. 1994).

'El revuelo se armó en la órbita de los antiguos dirigentes del PCE y actuales propulsores de Izquierda Unida. El libro de López Crespí se limitaba a reivindicar a la extrema izquierda revolucionaria en la lucha contra el franquismo y a demostrar que muchos de los que ahora viven de las rentas de aquella dura etapa, tampoco cargaron entonces con el peso de la lucha y en cambio hicieron mucho daño a la causa de los trabajadores en la época de la llamada 'transición'".

En el fons aquesta criminalització -i atacs físics per part de l'estalinisme!- era el "premi" que aquests sectors dogmàtics donaven a qui -des de l'esquerra revolucionària- provava de servar la memòria dels republicans, dels comunistes i anarquistes, dels homes i dones sense partit que no havien acceptat les renúncies polítiques de la transició (de la restauració borbònica, per a ser més exactes).

Na Marisa Gallardo, la directora de Baleares (i antiga militant trosquista illenca), ho deixava ben escrit en un article publicat a Baleares el 25 de març del 1994 (pàg. 41) quan deia: "Los pactos de la Moncloa diseñaron en España un modelo de transición por el que sellaba la 'reconciliación' nacional. Fruto de aquellos pactos nadie pidió cuentas de su gestión política a todos aquellos que con tanto entusiasmo como dedicación habían colaborado con la dictadura: el pasado quedaba enterrado. Y, poco a poco, por esa tendencia anteriormente descrita, se fue maquillando al muerto de tal manera que, a veces, se llega a dar la sensación de que, sobre todo en el tardofranquismo, todo el mundo en España era demócrata, todos luchaban por la libertad, todos menos Franco, naturalmente, y unos pocos más".

I més endavant afegeix: "López Crespí dirige su mirada hacia ese pasado, y es la suya una memoria distinta, una memoria que rescata la lucha de aquellos hombres y mujeres de Mallorca que se enfrentaron a la dictadura y que lo hicieron desde posiciones abiertamente opuestas a las de la socialdemocracia o el estalinismo. Esas gentes que, herederas de una cultura de izquierdas, denunciaron el papel que jugaban los partidos socialdemócratas en la Europa Occidental y el de las capas burocráticas en los países del Este... Rescatar del olvido esa historia, esa 'otra historia', tejida de enfrentamientos, de miedo, de agrias disputas ideológicas y de esperanzas, es sin duda el mayor mérito de la obra de López Crespí.

Miquel López Crespí

Categories: literatura

Abril de 1994: atacs feixistes, carrillistes (PCE), endollats del PSOE i sectors afins contra la memòria històrica de l'esquerra revolucionària de les Illes (I)

1994: Les agressions contra la memòria històrica de l'esquerra revolucionària de les Illes

"El pacient (Miquel López Crespí) ha estat intervingut després de patir: 'Puñetazo en región cervical tras ser agredido'. I un poc més avall, el document de l'hospital Son Dureta, concreta: 'Conmoción cervical'".

"En el fons aquesta criminalització -i atacs físics per part de l'estalinisme!- era el "premi" que aquests sectors dogmàtics donaven a qui -des de l'esquerra revolucionària- provava de servar la memòria dels republicans, dels comunistes i anarquistes, dels homes i dones sense partit que no havien acceptat les renúncies polítiques de la transició (de la restauració borbònica, per a ser més exactes)". (Miquel López Crespí)


Document oficial de l'hospital de Son Dureta de Palma (Mallorca) certificant l'agressió patida per l'escriptor Miquel López Crespí. La història d'aquest brutal atac de l'estalinisme contra un escriptor antifeixista mallorquí va sortir publicada en la revista del POR La Aurora i en altres publicacions.

A les tretze hores i deu minuts del dia vint-i-set d'octubre de 1994, qui signa aquest article va haver de ser ingressat en la secció de traumatologia de l'Hospital de Son Dureta. Segons consta en l'informe oficial del Servei d'Urgències (apartat "Anamnesi i exploració"), el pacient (Miquel López Crespí) ha estat intervingut després de patir: "Puñetazo en región cervical tras ser agredido". I un poc més avall concreta: "Conmoción cervical". Una mica més avall es recomana un tractament (amb els corresponents medicaments) en vista a la meva recuperació. Sortosament vuit dies després ja estava novament enmig del carrer, escrivint com de costum. Havia estat una agressió física directa per part dels sectors més rancis i dogmàtics de l'estalinisme illenc, sulfurats a conseqüència de la publicació d'una petita part de les meves memòries. L'agressor havia estat un tal Sotero Ortíz, conegut militant estalinista. Tot havia començat una mica abans. Quan per l'estiu-hivern de l'any 93 seleccionava alguns curts capítols d'aquestes memòries -a petició del meu bon amic Lleonard Muntaner- incloent-hi un que portava per títol "Artistes i escriptors contra la dictadura" (pàgs 30-36 de L'Antifranquisme a Mallorca (1950-1970), El Tall Editorial, núm. 18), mai no m'hauria pensat que s'armàs tal enrenou (i menys encara que m'agredissin físicament anant tranquillament pel carrer!). Potser imaginava que algun sector de la dreta més cavernària arrufaria el nas. Però no hauria suposat mai que els atacs venguessin de la pretesa esquerra; principalment, dels sectors procedents de l'estalinisme, que en els darrers anys de la dictadura s'especialitzaren en els pactes amb els hereus del franquisme.


Coberta del llibre L'Antifranquisme a Mallorca (1950-1970), llibre de memòries antifeixista que va ser perseguit i criminalitzat pels sectors més dogmàtics i sectaris propers al carrillisme illenc.

Aquesta inicial brutor contra els militants i partits de l'esquerra revolucionària illenca anava signat per Gabriel Sevilla, Albert Saoner, Bernat Riutord, Ignasi Ribas, Gustavo Catalán, José M. Carbonero, Jaime Carbonero, Antoni M. Thomàs i Salvador Bastida.

El primer pamflet contra les memòries d'un senzill antifranquista mallorquí (qui signa aquest article) va ser obra dels màxims responsables d'una ben concreta política antipopular (Pep Vílchez, que defensava els famosos Pactes de la Moncloa, per exemple). Aquesta inicial brutor contra els partits i militants de l'esquerra revolucionària illenca anava signat per Gabriel Sevilla, Albert Saoner, Bernat Riutord, Ignasi Ribas, Gustavo Catalán, José M. Carbonero, Jaime Carbonero, Antoni M. Thomàs i Salvador Bastida. Aquest pamflet calumniós contra l'esquerra va ser publicat a un diari de Ciutat el 28 d'abril del 1994. Més endavant, per si no bastassin els atacs, encara s'hi afegí un estudiós despistat. Un jovençà que no va viure aquells anys de lluita contra el feixisme i que ara, parlant amb quatre dirigents estalinistes i consultant una mica de paperassa (documentació quasi sempre d'una mateixa ideologia: en aquest cas carrillista) es va pensar saber-ho tot; estudiós que, pensant que fa història "objectiva", el que basteix realment amb els seus escrits és pura i simple apologia d'un partit (en aquest cas del PCE). Els indigeribles articles (?) plens d'inexactituds, falsedats i errors que es publicaren l'any 1994 ens ajudaren a copsar la ràbia visceral d'aquest grapat de dogmàtics quan llegeixen alguna interpretació de fets recents de la nostra història que no coincideix amb les seves apreciacions sectàries.

Però el trist de tota aquesta història no varen ser els insults dels sectaris, les mentides i brutors de tota mena que patírem els antifeixistes. El més trist va ser constatar la misèria moral de tota aquesta mena de gent. Hi ha una petita crònica publicada a la revista d'esquerres de Barcelona La Aurora, portaveu del POR, que descriu aquesta bestial "caça de bruixes" de les restes esclerotitzades de l'estalinisme illenc. Deia la crònica sota el títol "Hazañas del estalinismo en Mallorca: agredido el escritor López Crespí": "El escritor mallorquín Miquel López Crespí fue agredido por la espalda, de día y en plena calle. Miquel López Crespí, que tiene una voluminosa y muy premiada obra literaria, sacudió recientemente la vida política mallorquina con un libro de reflexiones sobre la oposición antifranquista L'Antifranquisme a Mallorca (El Tall, Ciutat de Mallorca. 1994).

'El revuelo se armó en la órbita de los antiguos dirigentes del PCE y actuales propulsores de Izquierda Unida. El libro de López Crespí se limitaba a reivindicar a la extrema izquierda revolucionaria en la lucha contra el franquismo y a demostrar que muchos de los que ahora viven de las rentas de aquella dura etapa, tampoco cargaron entonces con el peso de la lucha y en cambio hicieron mucho daño a la causa de los trabajadores en la época de la llamada 'transición'".

En el fons aquesta criminalització -i atacs físics per part de l'estalinisme!- era el "premi" que aquests sectors dogmàtics donaven a qui -des de l'esquerra revolucionària- provava de servar la memòria dels republicans, dels comunistes i anarquistes, dels homes i dones sense partit que no havien acceptat les renúncies polítiques de la transició (de la restauració borbònica, per a ser més exactes).

Na Marisa Gallardo, la directora de Baleares (i antiga militant trosquista illenca), ho deixava ben escrit en un article publicat a Baleares el 25 de març del 1994 (pàg. 41) quan deia: "Los pactos de la Moncloa diseñaron en España un modelo de transición por el que sellaba la 'reconciliación' nacional. Fruto de aquellos pactos nadie pidió cuentas de su gestión política a todos aquellos que con tanto entusiasmo como dedicación habían colaborado con la dictadura: el pasado quedaba enterrado. Y, poco a poco, por esa tendencia anteriormente descrita, se fue maquillando al muerto de tal manera que, a veces, se llega a dar la sensación de que, sobre todo en el tardofranquismo, todo el mundo en España era demócrata, todos luchaban por la libertad, todos menos Franco, naturalmente, y unos pocos más".

I més endavant afegeix: "López Crespí dirige su mirada hacia ese pasado, y es la suya una memoria distinta, una memoria que rescata la lucha de aquellos hombres y mujeres de Mallorca que se enfrentaron a la dictadura y que lo hicieron desde posiciones abiertamente opuestas a las de la socialdemocracia o el estalinismo. Esas gentes que, herederas de una cultura de izquierdas, denunciaron el papel que jugaban los partidos socialdemócratas en la Europa Occidental y el de las capas burocráticas en los países del Este... Rescatar del olvido esa historia, esa 'otra historia', tejida de enfrentamientos, de miedo, de agrias disputas ideológicas y de esperanzas, es sin duda el mayor mérito de la obra de López Crespí.

Miquel López Crespí

Categories: literatura

Lola Salmerón a Tens un racó dalt del món


Lola Salmerón torna a Tens un racó dalt del món de Canal 21 Ebre per a parlar-nos del seu llibre Bushara, on narra la tragèdia dels deportats, de la guerra a Irak que s'inicia tot just mentre la protagonista està naixent.

Abans, la seva germana Ayla Salmerón fa un impressionant monòleg inspirat en el llibre

En podeu escoltar un fragment en aquest enllaç

Sònia Moreno, de la llibreria Núvol de Móra la Nova, recomana  En què somiava l'ós? d'Albert Asensio

I més coses com el nanoconte final. 

El programa es podrà veure en directe el 27 de febrer a les 22 hores, i  posteriorment a Youtube en aquesta llista.

I ara també a 21Ràdio.cat 

Categories: literatura

Si et saluden pel carrer

 

De vegades, quan camino per la vorera, escolto el claxon d’un cotxe que passa i tot just veig una mà que saluda. Sovint no reconec qui hi ha més enllà del braç, i molt menys la propietat del vehicle, perquè mai m’han agradat els cotxes i no sé reconèìxer ni el dels meus amics més propers. No estic segur si la salutació m’anava adreçada a mi, i durant una fracció de segon dubto entre fer el ridícul i aixecar el braç com a resposta a un desconegut, o fer-me el distret, o semblar antipàtic. Sempre em decanto per la primera opció, seguida d’uns instants de recerca a la meva base de dades de contactes. I vosaltres?

Categories: literatura

Pàgines

Subscribe to Espai País Valencià agregador - literatura